Lo de los canteranos del Real Madrid es digno de estudio. Un equipo que debería tener y retener a los mejores talentos del baloncesto nacional e internacional, ha visto como se le han ido unos cuantos, el último Juan Núñez.
En este caso sorprende que haya decidido marcharse a un equipo en Alemania, con una oferta de renovación por parte del Real Madrid sobre la mesa, y con opciones de tener minutos en la primera plantilla vista la situación de la posición de base en el equipo de Chus Mateo (pendientes del posible regreso de Campazzo).
El proyecto de Florentino Pérez con el baloncesto parece que busca resultados inmediatos en Europa. Además, las miras del presidente parecen estar puestas en lograr que el Real Madrid sea una franquicia más en la NBA, y el nuevo Santiago Bernabéu es una muestra más de ello.
Con una ACB que parece cada vez más olvidada por los conjuntos que juegan Euroliga, equipos como el Madrid buscan jugadores formados, contrastados y que den resultado a corto plazo. La muestra está en la llegada de Musa o Hezonja. Ahí los jóvenes ven un obstáculo que paraliza su progresión y, como Núñez, dan un paso atrás para coger impulso para lograr su gran suelo: la NBA.
Muchos factores que provocan que los jóvenes vean su futuro más negro que blanco en el Madrid y cojan las maletas para demostrar su talento en otros equipos. Necesitan minutos al máximo nivel y, en este caso el Madrid, no se los puede garantizar.
Luchar en los entrenos no parece suficiente porque ahí no muestran al mundo sus progresos, y depender de lesiones de otros jugadores más contrastados es jugar con fuego a pasar una temporada con muy pocos minutos.
Los títulos de las categorías inferiores de la selección es una muestra de que el talento lo tienen. Ahora falta que les llegue su oportunidad y la puedas y sepan aprovechar.
En el Real Madrid parece que de momento no podrá ser.