Draymond Green vuelve a las andadas con sus comportamientos antideportivos. En el partido de esta noche contra los Suns le propinó, sin venir a cuento, un sopapo a Jusuf Nurkic mientras estaban luchando por la posición para recibir un balón. Le costó una falta personal flagrante de tipo dos (expulsión automática), pero lo que le preocupa al staff técnico y gerencia del equipo californiano es el estado mental del ex-jugador de Michigan State. Para rematarla su equipo perdió el partido por 119 a 116.
El pívot bosnio de los Suns no entendía lo ocurrido al final del choque: «Qué es lo que le pasa? No lo sé. Desde un punto de vista personal creo que el chaval necesita ayuda. Esto no tiene nada que ver con el baloncesto«- declaró un sorprendido Nurkic.
La reacción en las redes sociales no se ha hecho esperar, ya que estamos hablando de un jugador a todas luces reincidente en este tipo de acciones. La última hace pocas semanas agarrando duramente por el cuello a Rudy Gobert en una tangana durante el Wolves-Warriors, que le costó «solamente» 5 partidos de suspensión.
Medios de comunicación y fans de otros equipos están de acuerdo en pedir una sanción ejemplar para el alero de los Warriors. Echando la vista atrás son ya muy numerosos los lamentables episodios de Draymond pasándose de la raya -sólo hay que recordar la agresión a Jordan Poole en un entrenamiento en 2022 o el vergonzoso pisotón intencionado a Domantas Sabonis. En total lleva ya 18 expulsiones. Un jugador que está dando un pésimo ejemplo de fair play en la NBA. Así NO, Draymond.
