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Costa de Marfil y Sudán del Sur hacen historia: jugarán el Mundobasket

Os contamos hace unos días que Tavares hacía un sacrificio, incluso económico, para ayudar a la selección de Cabo Verde a meterse en la próxima Copa del Mundo y lo ha logrado, algo histórico por ser la primera vez que lo jugará y mucha «culpa» la ha tenido el jugador del Real Madrid .

El pívot, con permiso del Real Madrid, ha viajado a Luanda para ayudar a los suyos y no ha sido fácil. Tras ganar el partido del viernes, la derrota el sábado ante Angola, con 11 puntos y 15 rebotes del madridista obligaba a Cabo Verde a vencer a Costa de Marfil y así lo han hecho.

Los nervios se notaron en el equipo que empezó con un 14-24 pero que poco a poco se animó y con un 28-6 de parcial le dio la vuelta y tomó el mando del partido que ya no dejó y se llevó un claro triunfo por 79-64 con 13 puntos y 5 rebotes de valoración.

Con este triunfo llega por primera vez a una cita mundialista para un equipo cuyo mejor resultado fue ser tercer clasificado en un campeonato africano en el 2007. Ya con Tavares fueron cuartos en el pasado Afrobasket tras perder contra la propia Costa de Marfil.

El otro «milagro» lo ha logrado Sudán del Sur, considerado el país más pobre del mundo, que al menos a su población le dará una alegría por su presencia en este próximo Campeonato del Mundo de Baloncesto. Es algo que para un país con una expectativa de vida de 55 años y con el 90% de su población viviendo con menos de un dólar al día, es toda una hazaña para un conjunto de un país en una guerra civil que tuvo que disputar sus partidos fuera de su país.

Sudán del Sur estará en la Copa de Mundo de Baloncesto 2023

Gracias a Luol Deng, jugador con gran paso por la NBA y que huyó con su familia de la guerra civil cuando era un niño, logró un patrimonio de más de 100 millones de dólares, y fue quien pagó los gastos de traslado y alojamiento de la selección el pasado mes de agosto. La clasificación les ha permitido volver a su país a muchos de ellos que hacía años que no veían a su familia. Incluso cuatro de ellos son huérfanos por culpa de la guerra y dos de ellos son nacidos en campos de refugiados en Kenia.

Una alegría para un país con muchos problemas y que ha visto como sus jugadores de baloncesto hacen historia junto a Cabo Verde para disputar la Copa del Mundo que este verano se jugará en Indonesia, Filipinas y Japón.

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