Ganas de partidazo. Ganas de Clásico. Ganas de un Barça – Real Madrid que siempre es apasionante y más tras la polémica de la última final de la Copa del Rey donde el conjunto blaugrana se quejó del estamento arbitral, que este partido estarán bajo la lupa de los seguidores culés.
La entrada en el Palau era de las grandes noches y el aficionado del Barça animaba a sus jugadores desde el inicio para lograr un triunfo muy importante para acabar como cabeza de serie en la Liga Regular antes de los Playoff.
El inicio no podía ser mejor, con ambos equipos anotando con cierta facilidad, usando mucho a Tavares y Yabusele por parte blanca y el Barça intentando sacar al gigante caboverdiano de la zona (8-7 min.4). La primera gran pitada fue por una falta en ataque pitada a Kalinic sobre Musa, bastante dudosa y que acabó con gritos de «Así gana el Madrid». Cada falta de los blancos y cada canasta blaugrana eran un estallido de alegría en el Palau.
Ricky con cinco puntos seguidos ponía el 13 a 7 con chispas saltando entre Campazzo y Willy. Y otro ex madridista como Laprovittola ponía el +9 que tuvo que parar Chus Mateo con un tiempo muerto dando entrada a la vieja guardia, Chacho y Rudy. De poco sirvió porque Laprovittola estaba en esos días y anotaba su tercer triple al que siguió una canasta ante Poirier para poner quince puntos de ventaja. Al final del primer cuarto claro 27 a 11 a favor del Barça.
Con 30 a 11 el Real Madrid colocaba una zona para parar de alguna forma el ataque blaugrana. Era un espejismo que solo duró una jugada y los blancos no conseguían anotar con facilidad y a duras penas podían contener el ataque local cuyo único punto negro eran los tiros libres (3 de 7). Colocaba Vesely tras un vuelo espectacular y un tiro clásico de cuatro metros el 40 a 19. Llull daba aire al Madrid con dos triples y los blancos se colocaban a 15 (42-27 min 18). Lo paró Grimau mientras las cámaras se centraban en los jugadores de la sección de fútbol presentes en el Palau (Lewandowski, Joao Félix y Pedri entre otros).
Era el mejor momento del Real Madrid que aprovechó la desconexión culé para colocarse a 9 tras un dos más uno de Deck. Ricky sacaba de nuevo la magia para forzar una falta a Yabusele en el triple y dar un poco de calma a la reacción blanca anotando los tres tiros. Con 45 a 33 se llegaba al descanso.
La salida del Real Madrid tras el descanso ha sido la esperada, con triples de Musa y Campazzo para colocarse a 7 y con Grimau pidiendo tiempo muerto para hacerles reaccionar. Así lo hicieron guiados por Ricky Rubio y Laprovittola, muy motivados durante todo el partido. La ventaja rondaba siempre los 10 puntos y mientras Kalinic cometía la cuarta falta, Tavares hacía cuatro casi de forma consecutiva.
Se acercaba el Real Madrid a solo tres puntos y era el equipo de Chus Mateo el que entraba en dinámica positiva con el Barça haciendo la goma para que la remontada no se consumara. Y logró apagar algo el fuego con acciones que pusieron el +8. Al final se llegó al último cuarto con un marcador de 64-58 que dejaba todo abierto.
Se ponía a tres puntos tras triple de Musa y Deck solo a uno tras quedarse de «palomero». La emoción estaba servida a falta de cinco minutos. Además el Real Madrid perdía a Tavares por cinco faltas pero el conjunto de Chus Mateo tiene muchas armas para superar esa baja.
Una técnica por protestar a Poirier daba un libre a Lapro que anotaba y Vesely en la jugada ponía el +7 ante la ebullición del Palau. Chus Mateo lo paraba con un tiempo muerto a menos de tres minutos para el final y Poirier era expulsado con la quinta falta ante los gritos de «tonto, tonto» del Palau.
Con cinco arriba apareció Laprovittola con un triple de esos que tanto gustan del argentino para poner ocho arriba al Barça y si el argentino funciona el Barça también. Los blancos tiraban la toalla y el triunfo se quedaba en Barcelona (85-79) beneficiando a Unicaja que se coloca líder y el Barça demostrando que si hace las cosas bien puede con cualquiera.