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Lo que empezó con un inicio brillante del club(en la octava jornada iban sextos con cinco victorias), se ha ido torciendo con una racha negativa, marcada por las lesiones y la mala suerte que han tenido a la hora de fichar extracomunitarios. Este hecho produjo que Salva Camps fuera cesado y que en su lugar llegase un viejo conocido de la Liga Endesa, el griego Fotis Katsikaris.
Para más inri el problema de lesiones tocó de lleno en su columna vertebral. Las lesiones de Sergi Martínez y en la dirección de Quino Colom y del prometedor Juani Marcos obligaron a que Girona fuese al mercado fichando a un base como Corey Davis, que no les ha rendido como esperaban y que, además, había «infringido el código ético interno del club».
Por ello se han movido rápidamente fichando al combo canadiense Kenny Chery, que hace unos meses militó en el Joventut. De esta manera Ike Iroegbu, principal anotador del equipo, ha pasado definitivamente a la posición de escolta, que es donde más les está rindiendo a nivel de anotación.
También habría que añadir el bajo rendimiento de jugadores como Markel Brown o Brae Ivey. El primero teóricamente iba a ser la pólvora exterior juntamente a Iroegbu, y el segundo no salió como esperaba, y fue cortado para que pudiese entrar la ficha extracomunitaria de Khem Birch, un fichaje sin duda ilusionante.
Birch es un ala-pivot que le hemos visto en NBA con San Antonio Spurs y Toronto Raptors y en Euroliga con Olympiakos. Si llegase una versión de él potente, estaríamos hablando de una de las parejas de cuatros más divertidas de ver junto a Yves Pons, e incluso jugando los dos juntos en pista en una idea de small ball.
Por último, hablar de Michael Caicedo, uno de los grandes proyectos que ha estado lesionado toda la temporada y veremos si con algo de rodaje le puede dar ese plus de intensidad que necesita la línea exterior de Girona.
Girona se tenía que mover, y se han movido bien con un único objetivo, el de evitar el descenso y seguir una temporada en la Liga Endesa.
