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El duelo que decidiría al último invitado de las semifinales de la Copa Mundial de Baloncesto de la FIBA China 2019, inició de manera accidentada, donde la primera canasta cayó hasta el minuto 8:33, para que los checos tomaran la ventaja en los primeros minutos de partido, pero fue Patty Mills quien comenzó a decantar la balanza para los australianos con 3 triples y 11 puntos totales durante el primer cuarto, mientras que Patrik Auda hizo lo mismo con 7 puntos para poner el marcador 17-17 al final del primer cuarto, empate más que justo para ambos equipos.
Para el segundo cuarto la transición del juego fue pareja para las dos quintetas con un Auda encendido aportando 6 puntos para los checos, pero Mills también continuaba con la muñeca caliente agregando un triple más a su cuenta personal. Con 20.7 segundos para finalizar la primera mitad, Tomas Satoransky perdió el balón para que Jock Landale lo tomara y machacara la canasta, obligando al tiempo fuera a República Checa que se iba abajo por 5 puntos, pero gracias a un enceste de Patrik Auda sobre la bocina, el marcador se acortaba y el electrónico se ponía 30-33 a favor de Australia.
Para el tercer cuarto no se esperaba menos y comenzó vibrante con un Tomas Satoransky haciéndose de los controles del equipo checo, asistiendo y anotando en combinación junto a Auda para tener el marcador empatado 41-41 a mitad de tercer periodo, no obstante los australianos respondieron inmediatamente con Patty Mills y Jock Landale combinándose en la pintura para ponerse arriba de nueva cuenta en el marcador, lo que obligó a otro tiempo pedido por el entrenador Ronen Ginzburg. Los tres cuartos de partido terminaron con una agresiva volcada de Satoransky apenas sobre el reloj con un 63-48 en la pizarra, marcador que ponía en evidencia el dominio que había ejercido una quinteta durante los últimos 10 minutos.
Al final era matar o morir para los checos que a pesar de intentar sumar esfuerzos con Auda, 6 puntos más, y Satoransky al registrar doble-doble con 13 puntos y 13 asistencias en el cuarto periodo, Chris Goulding apareció con la mira acertada clavando 2 triples, Andrew Bogut fue incontenible bajo el aro y marcó 10 puntos en el cuarto para finalizar con un Patty Mills que puso el último clavo al ataúd de los checos con un triplazo a un minuto del final.
Pronóstico cumplido que pone fin al sueño de la cenicienta de la República Checa que llegó más lejos de lo previsto en su primer mundial y que se despide con dignidad ante una Australia que continúa invicta en el certamen y ahora intentará superar una semifinal, después de haber caído en los Olímpicos de Río 2016, para llegar a la final soñada, no sin antes medirse a una España que está encendida y motivada para un partido que se antoja emocionante y se espera de pronóstico reservado.
