Los malagueños vuelven a hacer buena su renta de 13 puntos obtenida en el primer cuarto y se llevan la serie al Martín Carpena tras una victoria por 79-88
El UCAM Murcia tenía en sus manos el segundo match-ball de la serie, con una ciudad volcada y un grupo humano muy sano en la plantilla, aunque no acostumbrada a momentos clave como los que está viviendo. La masa pimentonera orquestó un recibimiento para el recuerdo, con bengalas y todo tipo de pirotecnia para motivar a los suyos en la previa del partido para alargar la historia murciana de la Cenicienta en estos playoffs.
El partido empezó con un gran tira y afloja entre ambos equipos, cada canasta de un equipo era contestada por el rival hasta que el Unicaja puso el turbo y los nervios siguieron lastrando a los murcianos. Un parcial de 0-9 forzó el tiempo muerto de Sito Alonso, que veía como el equipo se iba 10 abajo a mitad de cuarto. Los malagueños fueron superiores en el rebote ofensivo y les permitió capitalizar múltiples segundas oportunidades (18-31).
Tras el parón reglamentario, los chicos de Sito Alonso salieron a cuchillo y recortaron la desventaja hasta los 5 puntos en el primer tercio del periodo. Los pimentoneros se fueron quitando los nervios con espectaculares jugadas como un alley-oop entre Ennis y Sleva y el Palacio fue una olla a presión que llegó al punto de ebullición por las decisiones arbitrales y los parones que beneficiaron al Unicaja. La lucha de los murcianos no cesó, aunque todavía tenían mucho por remar (43-55).
El tercer cuarto del enfrentamiento entre UCAM Murcia y Unicaja Málaga estuvo lleno de acción y estrategia. Unicaja comenzó fuerte con una jugada de pizarra que terminó en canasta de Osetkowski. Un rápido contraataque culminó en un espectacular alley-oop de Perry a Osetkowski, aumentando la ventaja a 43-59.
El UCAM respondió con un triple de Sleva y varios tiros libres, manteniéndose en la pelea. Morin y Kurucs destacaron en la ofensiva del UCAM, ajustando el marcador a 58-63. Unicaja, sin embargo, se mantuvo firme con un alley-oop de Díaz para Sima y un tapón defensivo clave de este último. El pulso entre ambos seguía parejo, aunque Unicaja seguía sin perder la ventaja que atesoraba todo el partido. El último cuarto decidiría un partido que seguía abierto (63-72).
UCAM no se rindió y Sleva consiguió un 2+1, anotando el tiro libre adicional y acercando a su equipo a 6 puntos. La intensidad del partido continuó aumentando y Caupain, con un triple crucial, puso al UCAM a solo tres puntos de distancia, 71-74, lo que forzó un tiempo muerto de Ibon Navarro a 6:09 del final. La pausa estratégica del técnico vasco surtió su efecto en el rival, forzando varias pérdidas y alargando su ventaja a 8 puntos. Sito Alonso tuvo que pararlo antes de que las cosas se pusieran peor, aunque el nerviosismo y el sentimiento de urgencia seguía dentro del cuerpo de los locales, que estaban 6 abajo a falta de 2 minutos para el final del encuentro. En los minutos finales el UCAM no tenía margen de error. Cam Taylor falló un triple, el rebote de un triple de Radebaugh se resbaló de las manos malagueñas y dio un saque de banda para los murcianos. El empate estaba en las manos de Troy Caupain: Se la jugó con un triple tras bote que fue taponado por Dylan Osetkowski y ahí terminó el partido. Tras esta acción, los malagueños hicieron más sangre y han conseguido remontar la serie y forzar un quinto partido.
Queda una última bala para ambos equipos. El partido definitivo por ver quién pasa a las finales de la ACB se jugará en el Martín Carpena de Málaga, con toda la confianza del lado de los malagueños y ante toda su gente. No pinta bien para la cenicienta del torneo, que está viendo como se hace media noche y su bonito vestido termina deshaciéndose. Los murcianos se agarran al dato de que no ha perdido un partido fuera de casa en estos playoffs y el quinto partido será una apasionante batalla.