Un inicio de temporada muy complicado para este Olimpia Milano. Las ilusiones del verano pronto dieron paso a las decepciones de este primer mes de temporada regular tanto en el liga con algunas derrotas muy malas que se materializaron, como en la Euroliga donde tanto el club como el equipo, dirigido por la misma persona, parecen haber perdido el rumbo.
La semana en el Olimpia Milano: no recuerdo una semana así en el Milán. Cuatro derrotas seguidas: perdemos en Berlín y ya hemos hablado de esto aquí; perdemos en casa contra Pesaro y contra Maccabi, quizás dos de las peores derrotas. El primero sin mínimo de juego y sobre todo de corazón, seguro que con los principales protagonistas fuera por volumen de minutos ante el doble compromiso europeo, espacio para quienes deberían demostrar que merecían minutos y en cambio apatía total, que hacía que Pesaro aplastara cualquier tímido signo de Milán.
El segundo con el Maccabi que demostró más ganas de ganar, algo que no surgió de los de Messina. 90-98 para el Maccabi. 98 puntos concedidos por un equipo entrenado por Ettore Messina son una blasfemia. 54 puntos sobre 90 anotado por dos hombres (Shields y Mirotic) solo es otra contradicción en términos técnicos.
Entonces llegan Mike James y su Mónaco y el Milán recupera algunas certezas del pasado durante al menos 30 minutos. Los monegascos ganaron 66-72 en el Foro gracias a la extraordinaria actuación de James que con 21 puntos puso en la cancha el clásico juego del crack americano. En el frente milanés, 17 puntos de Shields y 15 puntos de un Hall que por fin está «vivo». La noticia de la noche, sin embargo, es la exclusión de Pangos del roster para el partido y la inclusión de Bortolani, que tampoco entró.
Y aquí intentamos volver al clásico renunciando al quinteto pero incluso esta elección no es suficiente. Llega una derrota que supone el 1-5 en la Euroliga. Sin duda la competición europea es larga, el campeonato en Italia todavía es manejable, pero la realidad objetiva en Europa es esta.
Agreguemos también una línea de comunicación no muy clara en sala de prensa donde Ettore Messina dice esto al hablar de Mirotic y el cambio de dirección en el quinteto: «Necesitamos encontrar espacio. Jugar un poco de 4 y jugar un poco de 3. Jugar solo como 4 mantendría fuera a Melli y Voigtmann, jugando siempre y sólo como se convertiría un 3 más difícil. Intentamos encontrar un equilibrio”.
Luego también se dijo que el equipo estaba prácticamente hecho cuando surgió la posibilidad de fichar a Mirotic. Éste es el punto crucial: ¿este Olimpia sin Mirotic sería mejor que el Milán de última temporada europea? ¿Serían Maodo Lo y Poythress mejor que Kamagate y Caruso para llevar al Milán por encima del duodécimo lugar para 2022-23?
Yo diría que no. Entonces, ¿cuál es el punto? La cuestión es que para volver rápidamente a subir en Europa, el Olimpia Milano debe redescubrir con trabajo esa condición mental y aquellas mecanismos defensivos que ahora faltan por completo. Para el mercado de fichajes, miramos la Eurocopa con jugadores disponibles de inmediato en la Euroliga, de lo contrario tendremos que esperar hasta la ventana de transferencia.