Un clásico siempre es un partido intenso, y si se pone en juego un título como la Liga Endesa la rivalidad aumenta y da más mérito al triunfo de un equipo. El Barça ha hecho una final espectacular y se ha llevado el trofeo por la vía rápida con un claro 3-0 donde el Real Madrid no ha tenido mucho que hacer.
El anuncio del adiós de Nikola Mirotic parecía no ser la mejor noticia para afrontar esta final, pero al final parece haber unido a un grupo que tras la Euroliga parecía tocado, pero ha hecho un gran juego en los tres partidos que le sirve para proclamarse campeón y quien sabe si salvar la temporada para Jasikevicius.

Durante la primera parte el Barça y el Real Madrid nos han regalado una igualdad digna de esta final. No había ningún equipo que tomara ventaja en el marcador con puntos anotados por ambos lados y con todos los jugadores muy enchufados. Gran actuación en esta primera parte de Llull que con sus 8 puntos en poco más de tres minutos, ha logrado mantener a los suyos pegados en el marcador.
Del 21-20 del final del primer cuarto, se ha seguido a un 20-18 en el segundo y eso daba tres puntos de ventaja al Real Madrid que no iba a dar su brazo a torcer y iba a luchar con todo para forzar el cuarto partido y soñar con ese milagro que ya logró en Euroliga ante Partizan que le sirvió para meterse en una Final Four que todos sabemos como acabó.
La segunda mitad tuvo claro color blaugrana con un acierto desde el tiro exterior que sirvió para dar la vuelta al marcador merced a los 28 puntos que anotaron en el tercer cuarto. Apareció un gran Jan Vesely que tras una primera parte con muchos fallos encontró el tono para anotar de forma fácil con su tiro de 4-5 metros y descentró a la defensa de Tavares que no pudo cerrar su aro.
En la pintura en ataque encontraba al caboverdiano que no podía ser parado por Sanli o Vesely y poco a poco la final fue tomando color blaugrana. Ni la zona que tanto éxito le dio al Real Madrid en otros partidos, sirvió para que el ritmo del partido cambiara. Echaba mucho en falta los puntos de Musa o Yabusele mientras que en el Barça Mirotic se enchufó y Vesely seguía inspirado.
En el último cuarto fue un quiero y no puedo del Real Madrid que tenía delante un Barça muy serio y que no quería dar vida a los de Chus Mateo conscientes que si un equipo puede levantar un 2-0 es el conjunto blanco.
No fue así y al final 83-92 para el Barça que conquista la liga por la vía rápida en una final que pocos esperaban acabara tan pronto.
Mirotic en su despedida como blaugrana, si no cambia mucho la cosa, se ha llevado el MVP de esta final en un broche de oro para su etapa como jugador del Barça
