A veces cuando una puerta se cierra se abre otra. Esto debe pensar el Real Madrid mientras espera la decisión de Campazzo y ve cómo su canterano Juan Núñez derriba una tras otra puertas en las etapas que ha quemado este verano.
La posible no llegada del base argentino le abre la puerta a una oportunidad casi única de ser base en el conjunto blanco. Con un maestro de lujo como Sergio Rodríguez, y a la espera que se recuperen tanto Alocén como Williams–Goss, el joven base madrileño puede estar ante un momento importante en su carreta (podríamos decir clave, pero tiene 18 años y un futuro prometedor).
Es sabido que la opción primera es Campazzo, y que el puesto de base es clave en un Madrid que tuvo que reinventar en demasía a Hanga o Abalde en base durante la pasada temporada. Y es algo que no quieren que vuelva a suceder. De ahí la insistencia con el argentino pero sin cerrar la puerta a un canterano que se encuentra ahora entrenando con la absoluta y que quiere ser importante en el Madrid esta próxima temporada.
Chus Mateo le conoce, pero sabe que el peso de la dirección de juego del Real Madrid es grande. Se confía en Núñez para el futuro, pero quien sabe si una cesión a un ACB donde pueda desarrollar su juego sería más fructífera que lanzarle a los leones de un equipo obligado a ganarlo todo.
El chico seguro que está deseando poder demostrar su valía en el primer equipo blanco, pero existen dudas de si es demasiado pronto. Calidad tiene, falta esa oportunidad que le podría llegar este mismo año.
De momento lo que es cierto es que sin la presencia de Campazzo, y las lesiones de sus compañeros, los minutos pueden llegarle antes de lo que esperaba.