Pues sí, ganar es muy llamativo, ¿verdad? Todo es maravilloso cuando se obtiene una victoria, solo hay felicitaciones, parece que va todo sobre ruedas, que el equipo está mejorando…Todo son alegrías hasta que se mira un poco más allá, y entra el juego el análisis del cómo se gana, esa querida formación que, por desgracia, está desapareciendo.
Sí, parece mentira que se tenga que escribir sobre esto, pero pasa, y mucho. ¿Por qué cada vez son más los entrenadores que recurren a hacer acciones ilegales con jugadores/as tan jóvenes, ya sean zonas, 2×1 o cualquier aspecto que no esté permitido para ciertas categorías? Todo ello tiene una finalidad, que es conseguir la victoria. Porque claro, al fin y al cabo, es lo único que importa, que termine el partido y el resultado sea favorable. 🙄
Hay mucho por aprender pero, sobre todo, hay mucho por enseñar, y no precisamente a los niños. Quizás formar jugadores/as no sea el objetivo principal de determinadas personas. Totalmente respetable, cada uno tiene su opinión. Ahora bien, sería ideal mirar por ellos y lo que se podría inculcar a través del deporte. Está claro que ganar con ilegalidades no es algo de lo que se pueda estar orgulloso/a, ni a corto ni a largo plazo. Desgraciadamente, esto siempre lo ve el afectado, jamás el equipo en cuestión. Por ello, se sale del pabellón con la mayor de las sonrisas, tantos de los niños, ignorantes de la situación, como del cuerpo técnico o, incluso, de los padres. Es una pena, pero, lo peor de todo, es que lo van a sufrir las generaciones futuras.
Ojalá ganar no sea un objetivo sino una consecuencia del trabajo cosechado, y ojalá que todos sean conscientes de esto. El deporte, en general, sería mucho más bonito, y una derrota también podría saber a gloria. Porque sí, con ella se aprende mucho más que con cualquier cosa y, a veces, es muy necesaria, con el fin de hacer balance de qué y cómo se está trabajando, de cómo se está evolucionando y de si, realmente, es el camino adecuado. No obstante, el precio de ganar está por encima de todo ello, ¿cierto? ¿O no? 😬
Qué pena tener que tratar estos temas. Eso sí, quien es un formador, quien mantiene su filosofía hasta el final pese a las adversidades, quien cree que es más importante saber enseñar ciertos aspectos en lugar que otros aunque eso cueste una derrota, quien mira por el bien de los jugadores/as, quien consigue inculcar el valor del deporte, de la victoria, de la derrota, del trabajo en equipo, del trabajo invisible, gana aunque pierda, y de eso sí que se puede estar orgulloso/a.
Formación, por favor, formación…. 🙏🏼 No cuesta tanto. Ganar no es tan importante, o sí, pero, que se haga de manera correcta. Así, se podría disfrutar el doble y las felicitaciones cobrarían sentido.