Después de sendos correctivos, había cierta expectación para ver con qué cara se presentaban ambos equipos al partido. Gran ambiente en el Olímpic con más de 9.000 personas animando a los suyos.
En lo que parecía ser un calco del primer partido, la Penya salió lanzada comandada por el empuje y energía de Andrés Féliz y Joel Parra (11-2). Txus Vidorreta lo tenía que parar con un tiempo muerto. A partir de este punto, poco acierto en ambos equipos y fallos constantes, como muestran el paupérrimo 13-5 con el que se llegó al final del primer cuarto.
En el segundo cuarto la Penya continuó apretando en defensa y mejorando con la entrada en juego de Tomic (28-11). Alguna acción puntual de Wiltjer (desaparecido en este segundo partido) y Huertas permitió a los canarios marcharse al descanso con una diferencia importante pero no insalvable (38-22). A destacar el trabajo de Parra en ambos lados de la cancha, dominando facetas como el triple y el rebote ofensivo y defensivo.
En el tercer cuarto continuó la dinámica de la primera mitad, con un Féliz en alza y con la aparición de Vives en la dirección, que con sus puntos aguantó a los suyos ante la baja producción ofensiva de Pau Ribas (2 puntos y 1/9 en tiros de campo). Por parte visitante, solamente Salin y Sulejmanovic veían aro con relativa facilidad. Con todo esto, se llegó al final del tercer cuarto 60-40 y con el partido decidido.
Y si había alguna opción de reacción, el saber hacer de Tomic y Vives acabaron con ella. Gran partido de Tomic también con 17 puntos y 11 rebotes. El último cuarto sirvió para que el Joventut diera entrada a Maronka y rotara a los suyos pensando ya en la eliminatoria de semifinales.
A pesar de la derrota, buena temporada de los tinerfeños, semifinalistas de copa, campeón de la BCL y quinto en ACB. La Penya, esta vez sí, pudo aprovechar su condición de favorito y llevarse el gato al agua ante su afición.
Faltará ver si le queda gasolina para afrontar una serie al mejor de 3 partidos ante el poderoso Barça. Se viene derby!!!