Cuando arrancó la temporada, todos veían al Real Madrid como candidato a levantar todos los títulos de la temporada. Con el presupuesto más alto de Europa los fichajes parecían llegar para completar una plantilla muy buena pero que necesitaba una cierta revolución.
Y los nombres que llegaron no tenían mala pinta, con Heurtel y Hanga, conocedores de la Liga Endesa, Williams–Goss como buen complemento en el puesto de base y Yabusele, uno de los jugadores más codiciados del mercado europeo.
El arranque de la temporada fue perfecta, levantando la Supercopa, pero en enero empezó una caída que de momento no ha sabido detener. Todo parece que empezó tras caer contra el Barça el 23 de enero, momento en el que los del Real Madrid eran líderes tanto en Liga como en Europa con un balance general entre las dos competiciones de 34 victorias y 4 derrotas.
A partir de ahí, desastre tras desastre, el balance en los 25 partidos disputados es de 11 victorias y solo 14 derrotas. Son muchas derrotas para este equipo que se ha caído físicamente y que ha sufrido mucho las lesiones que han lastrado al equipo junto con la acumulación de partidos por motivos Covid. Las cifras infican que los jugadores se han perdido 211 partidos y hasta 8 jugadores se han perdido 11 partidos o más y así, con este calendario, es normal que llegue este bajón.
Laso se ha encontrado con una plantilla cansada, que no ha podido competir en muchos de los partidos y que ha recibido algunas de las derrotas más duras con marcadores de anotación de récord pero por el poco acierto blanco.
Las causas, además de las lesiones y el Covid, son la falta de un base que sepa manejar el tempo del partido. Heurtel no ha estado fino, Williams–Goss no es el base organizador esperado y Alocén cuando mejor estaba cayó lesionado.
En el juego exterior se sigue echando de menos la muñeca de Carroll (algún día deberían contar lo que ha pasado con él) y los jugadores como Thompkins o Randolph no han vuelto con su mejor versión y era uno de los puntos con los que Laso contaba.
Y cuando aun no ha acabado la temporada los rumores de renovación de la plantilla siguen sonando. Suenan con fuerza la renovación tanto de Llull como de Rudy, jugadores que siempre dan la cara. Jugadores como Causeur, Taylor y Thompkins acaban contrato y Heurtel tiene un año opcional que veremos si se cumple.
Laso parece que seguirá, si o si, y será el encargado primero de intentar enderezar el rumbo en este final de temporada, donde a pesar del mal momento siguen con posibilidades de todo, y después será el encargado del nuevo proyecto que parece que arrancará con algunos cambios.
En su mano acabar segundo en la Euroliga si vence al Bayern y mantener la segunda posición en Liga Endesa y quien sabe si aprovechar algún despiste del Barça, pero las dudas y las caras de los jugadores no hacen presagiar nada bueno.
Pero es un equipo que siempre puede competir y quien sabe si Laso y los suyos empezarán a recuperar su mejor versión y ahí es donde pueden ser importante en esta fase final de la temporada.