Laso: el hombre del presente y futuro blanco

El Real Madrid está inmerso en una crisis de juego y resultados que ha hecho elevar la voz a los más críticos pidiendo una renovación en el equipo. Muchos dirán que «bendita crisis» cuando son líderes de la Liga Endesa, al menos hasta que el Barça juegue los partidos que le igualarían y segundo clasificado de una Euroliga donde lo importante es meterse en la Final Four.

Es cierto que hay hombres que no están dando lo que se esperaba de ellos, y que los últimos malos resultados hacen que surjan dudas. Ser la plantilla más cara de Europa exige grandes resultados y, sobre todo, exige títulos.

Perder la Copa ACB ante el Barça no ayuda y las malas actuaciones ante Fenerbahce y ante Zalgiris con puntuaciones irrisorias muestran un equipo colapsado en ataque y que no encuentra alternativas ante defensas duras que paran los sistemas de Laso.

Pero si alguien sabe de esto, es el propio Laso, ya sea reactivando este proyecto que ha demostrado que puede dar mucho de sí, o generando un nuevo proyecto con fichajes importantes como los que están sonando. Eso sin olvidar la aportación de los jóvenes, a quien Laso da sus oportunidades si lo considera oportuno.

Las crisis de juego en estos equipos suelen ser pasajeras, y si ahora están en un mal momento, quien sabe si en unas semanas eso cambie y el equipo que parece ahora estar mejor, puede verse en la misma situación que los blancos.

Los años han demostrado que Laso es un entrenador idóneo para cualquier proyecto que pueda generar el Real Madrid, siempre teniendo en cuenta que mandan los resultados. Pero alguien duda de que llegarán?

Una plantilla que cuenta con Heurtel, Llull, Tavares o Yabusele, por nombrar algunos, tiene mimbres para darle la vuelta a la situación y volver a ser el equipo sólido de no hace tanto tiempo.

La labor de Laso desde que en 2011 llegara al equipo blanco es incuestionable y solo parece ser una piedra en el camino de un conjunto que deberá aprovechar este pequeño parón para ponerse las pilas ante unos tres meses de intenso trabajo en los que se jugará los grandes títulos que quedan, la Liga Endesa y la Euroliga.