Tal día como hoy hace 30 años, un 12 de septiembre de 1992 se inauguraba el Pazo Provincial dos deportes de Lugo. Para la ocasión se celebró el Torneo Xacobeo 93 en el que participaron el propio Breogán, CB León, Real Madrid y Maccabi de Tel Aviv. El Pazo era un pabellón muy necesario para el deporte de la ciudad de Lugo y para el conjunto breoganista en particular. Debido a exigencias de la Liga ACB en aquella época, sus clubes deberían disponer de una instalación con un mínimo de aforo de 5000 espectadores.
La Xunta de Galicia con la financiación de Caixa Galicia fue la encargada del levantamiento del inmueble. Posteriormente se firmaría un convenio en el cual quedaría reflejado que la Diputación Provincial de Lugo se hacía cargo del mantenimiento y gestión del Pazo dos Deportes, al margen de obras de mejora.
Pasados estos 30 años, en los que se han vivido situaciones y vivencias de todo tipo. La instalación vuelve estar en el punto de mira de los aficionados, por la dejadez institucional que se lleva arrastrando casi desde su inauguración.
Recordemos que el Pazo a sufrido varios problemas con la calefacción, goteras, condensaciones… Y su aspecto hoy en día no es muy agradable. Al margen del espectacular grafiti de Diego Ass, son varios los focos que el Pazo tiene pendiente de actualización, algunos de ellos comprometidos por la Diputación provincial para este verano, como es el cambio del mobiliario del anillo inferior, exigencia de la Liga ACB de que todos los espectadores tengan su asiento. A día de hoy dicha mejora no está realizada.
Otro de los frentes tratados con el organismo provincial para su actualización, la iluminación, también sigue como estaba. Este aspecto es muy importante para las retransmisiones por televisión. Del mismo modo una buena iluminación puede hacer que mejoren las presentaciones de los equipos, actuaciones en descansos etc. Ni que decir tiene el consiguiente ahorro energético tan importante hoy en día.
El año 1992 queda muy lejos, los avances en sistemas de iluminación y sonido son casi inimaginables en aquella época. El aficionado lucense mira con cierta envidia como en otras plazas de baloncesto sus pabellones están acorde con los tiempos en que vivimos. Así mismo la parroquia breoganista, muy a su pesar, ve como las promesas veraniegas del ente provincial a falta de escasos 20 días para el primer partido en el Pazo no tienen fecha oficial para su instalación.